263 mil hectáreas en el oeste de la provincia de Chubut conforman el Parque Nacional Los Alerces, un lugar único para conocer. Dueño del título “Patrimonio Mundial”, el Parque alberga una cuenca hídrica destacable cuyos lagos y ríos imponen una belleza natural riquísima rodeada de cordones montañosos y bosques tupidos.
Viajar en pandemia fue una experiencia marcada por un puñado de sabores dulce amargos: retenes policiales (algunos simpáticos, otros todo lo contrario), rutas sin tránsito, pueblos desolados, servicios de hotelería cerrados y la famosa bola de plantas secas que rueda sobre el asfalto, como en un western. Pero todo lo hermoso que tiene la naturaleza para mostrarnos, estaba ahí, para deleite de nuestros ojos. Yo taché la acción “Viajar” de las metas 2020 y me sentí una privilegiada por contar con vehículo propio.
El Parque no fue la excepción, en la entrada norte nos recibió una guardaparque sorprendida con nuestra llegada. Cordialmente, nos dio la bienvenida y los folletos con la información y mapas del lugar necesarios para la circulación por tan enorme paraíso natural. Apenas se ingresa, el aire ya es otro. Dejamos atrás la ruta 40 y el pueblo de Cholila para dejarnos llevar por el murmullo de las hojas de los altísimos árboles que poca luz dejan pasar.
El Parque Nacional Los Alerces fue creado en 1937 con el objetivo de proteger los bosques de lahuán (en lengua mapuche) gigante exponente de la flora andino patagónica. El dato curioso es el de su edad: es considerado el ser vivo más antiguo del país y el segundo más longevo del mundo y puede conocerse un ejemplar abuelo. El “Alerzal Milenario” tiene 2.620 años y mide lo mismo que el obelisco porteño. Para visitarlo es preciso contratar una excursión ya que se llega por agua.
Dentro del Parque la actividad principal para adentrarse en sus soñados paisajes y conectar con la paz que ofrece la naturaleza es caminar. Gran cantidad de sendas correctamente señalizadas se abren paso y nos permiten descubrir las bellezas que atesora este área protegida. Dependiendo la zona en la que uno se encuentre, podrá disfrutar de los distintos escenarios que atraviesan el lugar.
Es 1 de diciembre y decido apagar el celular, en Los Alerces no hay señal y parte de las recomendaciones es avisar previamente la estadía en este lugar. Incluso, para hacer los senderos de intensidades medias y altas, es obligatorio registrarse previamente, puede que sea necesario que te vayan a buscar.
Los primeros pobladores de esta zona se instalaron hace unos 3 mil años sobre el valle del Río Desaguadero y una pequeña parte de su huella y legado aun se puede apreciar pues su cosmovisión quedó plasmada en las piedras a través de pinturas rupestres y existen senderos que permiten acercarnos a esta cultura.
Cabe destacar que la lucha por las tierras de los pueblos originarios se mantiene muy activa en las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén y es apoyada por las comunidades locales en muchos casos, acompañando el pedido de “no a la megaminería” y a la explotación de las tierras para usufructo privado. De hecho, un pequeño pedacito de Los Alerces hoy es territorio de disputa.
DOS DÍAS DE DESCONEXION: CAMPING, SENDERISMO Y POCAS PERSONAS
El Parque cuenta con campamentos organizados, campamentos agrestes y campamentos libres (estos últimos no habilitados por protocolo), cabañas, dormis, algunas hosterías y un refugio. Pasamos la primera noche en el camping agreste Bahía Solís, frente al Lago Rivadavia. Sin dudas, la velada en carpa más increíble que haya vivido. El lago ofrece un paisaje sin igual, donde reina la calma y es posible ver el reflejo de los árboles sobre el agua, una postal grabada en la retina y una foto que imprimiré para dejar en papel un instante mágico.
Desde esta ubicación es posible recorrer tres senderos: Cascada Arroyo del Hacha, la primera parte de Huella Andina y Circuito Río Rivadavia. Bordeando el lago, se llega hasta el Río que lleva el mismo nombre y es posible conectar con el arroyo Colehual. Cada paso nos pareció único, las fotos que tomamos pueden compararse con pinturas realistas y la quietud y el silencio se tornaron lo habitual.
Por la mañana, David, el encargado del camping, nos convidó tortas fritas y tenía caliente el agua para el mate. Rosarino de nacimiento, nómade por elección y cocinero de oficio, su misión es aprender platos típicos de cada región del país. Franqueó la cuarentena en Esquel y decidió quedarse una temporada más, esta vez, fuera de la ciudad y a orillas del Rivadavia. Sabia decisión.
Despedimos a David y nos subimos al auto para hacer unos kilómetros más, bien despacio por la ruta 71 y bajándonos a apreciar el Lago Verde y cada punto alto que nos permitiera ver lo inabarcable del paisaje. Nos instalamos en la zona centro y elegimos Los Maitenes para nuestra segunda y última noche de pernocte en Los Alerces. El permiso de circulación por la provincia de Chubut dató de pocos días y quisimos estirar las horas bajo la sombra de lahuanes, coihues, ñires y lengas.
Ubicadas en esta área conocimos el Lago Futalaufquen, la Villa, que es el único espacio donde residen algunas personas, se encuentra la intendencia, el centro de informes, proveedurías, servicios de telefonía, la escuelaN°25 y su vivero de plantas nativas. Desde este punto, es posible acceder a los senderos Cascada Irigoyen, Pinturas Rupestres y Puerto Limonao, donde vimos un zorro que también quedó sorprendido de nuestra bípeda humanidad en tiempos de covid-19.
A la zona sur se accede por Esquel y es preciso salir y volver a ingresar al Parque, nos quedó pendiente, y lo decidimos contentas porque ahora hay un motivo más para volver para viajar por las rutas argentinas: conocer el Lago Amutui Quimei, el Krugger, el sendero interpretativo histórico Complejo Hidroeléctrica y el Mirador de Los Pozones, entre tanto atractivo turístico que nos convida la Patagonia.
Para más información sobre el Parque: https://www.esquel.tur.ar/disfruta/excursiones-aventura/parque-nacional-los-alerces
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Maravillosa Argentina,,, cúantos lugares por recorrer y deslumbrarse a cada paso de su belleza.. graciass por este pequeño viaje imaginario y permitirme transportarme a esos paisajes…
Hermoso nuestro país, sin duda! Ya planeando el próximo roadtrip
Hermosa redaccion! Y genias las dos un abrazo enorme desde Viedma!
Hermoso conocerte! Gracias Eze!!! Te esperamos por aquí, no lo olvides! Mua!
Lindo relato de viaje, y la verdad ya tengo apuntado esos campings para cuando haga mi viaje por esos territorios. Las imágenes se ven increíbles con esos bosques, esos magos insondables y esa paz. Has ido por la estepa? Allí cerca está Piedra Parada en las cercanías de Gualjaina. Es un sitio sagrado Tehuelche y yo lo tengo anotado como un lugar muuuy recomendable para visitar 😊
Hola Juan Manuel! Cuánto por conocer tiene la Patagonia! No conocí Piedra Parada.. este dato me lo apunto también para el próximo viaje! Gracias por compartirlo!
Hermosa crónica y hermosas fotos! Sin dudas un lugar soñado y marcado en agenda para conocer.
A grandes escalas, el Parque Nacional Los Alerces esta dividido en 2 secciones: Futalaufquen (donde estan los alerces milenarios) y Futaleufu (donde esta la represe hidroelectrica). La que vale la pena conocer el la primera seccion.
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